La esposa del expresidente Humala viajó a Brasil donde recibió asilo tras la condena

La ex primera dama peruana Nadine Heredia, esposa del expresidente Ollanta Humala, abandonó en la madrugada de este miércoles Lima con destino a Brasil, país que le dio asilo tras ser condenada a 15 años de prisión por lavado de activos procedentes de Odebrecht.

Según la emisora RPP, Heredia abandonó la Embajada de Brasil en Lima alrededor de las 2 de la mañana (4 de Argentina), con destino a una base militar anexa al aeropuerto de Lima, donde le esperaba un avión de la Fuerza Aérea Brasileña.

Desde allí partió varias horas después junto a su hijo, según el Canal N, con destino a Brasilia, gracias a un salvoconducto que le entregó el Gobierno peruano y al asilo que han recibido ambos por parte del Ejecutivo brasileño.

El viaje se concretó luego de que el gobierno peruano otorgara salvoconductos para que la exprimera dama y su hijo menor salgan del país con destino a Brasil.

La cancillería peruana informó en un comunicado que Brasil otorgó “asilo diplomático a la señora Nadine Heredia Alarcón y a su hijo Samir Mallko Ollanta Humala Heredia” en aplicación de la Convención sobre Asilo Diplomático de 1954, de la que ambos Estados son parte.

Se añadió que Brasil “solicitó la salida de los asilados, invocando los artículos V y XII” de la Convención, donde se establece que el “Estado asilante puede pedir la salida del asilado para territorio extranjero y el Estado territorial está obligado a dar inmediatamente, salvo caso de fuerza mayor, las garantías necesarias y el salvoconducto correspondiente”.

Wilfredo Pedraza, abogado de Humala, declaró que Nadine Heredia y su hijo, de 14 años de edad, partieron de Lima a bordo de un avión de la fuerza aérea brasileña.

Horas antes, los magistrados de la Corte Superior Nacional sostuvieron durante la lectura de la sentencia que Humala y Heredia recibieron cerca de 3 millones de dólares en aportes ilegales para esas campañas por parte de la empresa brasileña Odebrecht y del gobierno del entonces presidente venezolano Hugo Chávez (1999-2013).

El Ministerio de Relaciones Exteriores de Brasil confirmó la presencia de Heredia, de 48 años, en la embajada brasileña en Lima.

Las televisoras locales mostraron a policías tocando la puerta de la casa del expresidente Humala en busca de su esposa sin tener respuesta. Luego, la madre de Heredia, Antonia Alarcón, abordada por la prensa, dijo que su hija estaba en una “clínica” sin responder a más interrogantes.

El hermano de Heredia, Ilán Heredia, también fue condenado a 12 años de cárcel por lavado de activos.

Humala, un militar retirado del Ejército de 62 años, llegó al poder en 2011 tras vencer en segunda vuelta a la política derechista Keiko Fujimori.

Nayko Coronado, una de las tres juezas del tribunal, ordenó que los condenados sean encarcelados de inmediato. El expresidente, el único sentenciado que estaba presente, fue rodeado por varios policías que lo acompañaron afuera de la sala de audiencias. La condena de ambos finaliza el 28 de julio de 2039.

La pareja estuvo presa de forma preventiva entre 2017 y 2018 por pedido de la fiscalía para evitar una fuga pese a que ambos siempre asistieron a las audiencias.

No es la primera solicitud de asilo en tiempos recientes. En 2018, el expresidente Alan García (1985-1990 y 2006-2011), entonces investigado por presuntos sobornos recibidos de Odebrecht, lo pidió sin éxito tras permanecer por más de dos semanas en la embajada de Uruguay.

Sí tuvo suerte Lilia Paredes, esposa del expresidente Pedro Castillo (2021-2022), quien ingresó a la embajada de México el 7 de diciembre de 2022 junto a sus dos hijos con quienes abandonó Perú dos semanas después y en la actualidad está asilada en México. Castillo fue detenido aquel 7 de diciembre tras intentar disolver el Congreso sin éxito.

Humala es el tercer exmandatario peruano condenado a prisión en casi dos décadas luego de que en 2024 Alejandro Toledo (2001-2006) fue sentenciado a 20 años y seis meses por corrupción y lavado de activos por recibir dinero de Odebrecht y el fallecido Alberto Fujimori (1990-2000) recibiera en 2009 tres sentencias por corrupción y otra adicional como autor intelectual de 25 asesinatos.

Heredia es la primera esposa de un mandatario peruano en ser condenada. Ambos tienen tres hijos de 23, 21 y 14 años.

El juicio empezó en 2022 y por él desfilaron 220 testigos. Buena parte de ellos, según la jueza Coronado, negaron haber aportado las sumas de dinero que el partido político de Humala les atribuyó. Incluso algunos dijeron “no tengo ni para comer” como para contribuir con 2.600 dólares a una campaña política, de acuerdo con la magistrada.

La sentencia marca un precedente para otros juicios por lavado de activos en Perú, dijo a la prensa Silvana Carrión, defensora de los intereses del Estado. Uno de ellos es contra Keiko Fujimori por el presunto lavado de dinero de Odebrecht que utilizó en su campaña presidencial de 2011. La fiscalía ha pedido 30 años de cárcel para la hija del exmandatario Alberto Fujimori.

Odebrecht admitió en 2016 que pagó millonarios sobornos a políticos de casi toda Latinoamérica a cambio de obtener obras públicas. Las primeras investigaciones fiscales contra Humala empezaron en 2015 y un año antes de que Odebrecht comenzara a delatar a los políticos poderosos de todo el continente.

La mayoría de los presidentes que gobernaron Perú desde 2001 tienen cuentas pendientes con la justicia por sus nexos con la constructora brasileña.

Toledo está preso cumpliendo una sentencia, el expresidente Pedro Pablo Kuczynski está bajo prisión domiciliaria y Alan García se suicidó en 2019 minutos antes de ser detenido por una orden fiscal mientras era investigado por los presuntos sobornos recibidos de Odebrecht. El expresidente Pedro Castillo (2021-2022) también está preso de forma preventiva por tres años mientras es procesado judicialmente por rebelión y es investigado por presunta corrupción.

Toledo y Castillo están recluidos en una cárcel especial para expresidentes en la zona este de Lima, en la que Ollanta Humala también estuvo preso por poco más de un año entre 2017 y 2018. En esa prisión, permaneció el expresidente Alberto Fujimori desde 2007 hasta fines de 2023, cuando salió y murió diez meses después en libertad.

Fuente: La Prensa