Francia pone en alerta a otros 4.000 militares para el dispositivo antiterrorista
Las autoridades francesas han puesto en alerta a 4.000 militares, que podrían ser movilizados junto a los 3.000 que ya patrullan en la calle, después de activar el máximo nivel de alerta por riesgo de atentado.
El anuncio lo ha hecho el primer ministro francés, Gabriel Attal, que durante una visita a una de las grandes estaciones de tren de París, la de Saint Lazare, ha afirmado que se van a “desplegar medios excepcionales en todo el territorio”.
Esos 4.000 militares adicionales que pasan a entrar en el dispositivo Sentinelle “están ya en alerta” y son “movilizables en caso de necesidad” para patrullar en lugares susceptibles de ser objeto de atentados, ha indicado Attal.
Eso servirá para reforzar la presencia de fuerzas del orden en “lugares sensibles, como las escuelas, los templos religiosos, las salas de espectáculos, las estaciones, los aeropuertos o los centros de las ciudades”, ha detallado.
El primer ministro ha explicado, como ya lo había anticipado horas antes el presidente de la República, Emmanuel Macron, que la rama del Estado Islámico (EI) que ha reivindicado el atentado de Moscú del pasado viernes, en el que murieron al menos 137 personas, también ha intentado actuar en Francia y en otros países europeos como Alemania.
Se ha referido a una tentativa desbaratada en Estrasburgo, donde fueron detenidas varias personas.
Aunque no ha dado detalles precisos, se entiende que aludía a una operación contra el mercado de Navidad de Estrasburgo -que ya fue víctima de un atentado mortal en 2018 reivindicado por el Estado Islámico- que dio lugar al arresto a finales de diciembre de cinco sospechosos.
Attal ha añadido que desde comienzos de este año otras dos tentativas de atentado han sido abortadas en Francia, con lo que ya suman 45 desde que comenzó el primer mandato de Macron, en 2017.
Ha insistido en que la protección de los franceses será la “primera misión” de su Gobierno, que no cederán nada en ese compromiso y ha querido recordar algunas de las medidas desde que el presidente llegó al Elíseo hace casi siete años.
Ha dicho que se han duplicado los medios de los servicios secretos con la contratación de 1.900 personas, cambios normativos para luchar contra lo que se denomina el “separatismo islamista”, para facilitar el cierre de mezquitas desde las que se hacen discursos radicales y para acelerar las expulsiones de extranjeros sospechosos de integrismo (760 desde 2017).
El plan antiterrorista Vigipirate se puso en marcha a finales de 2016, tras la ola de atentados de 2015-2016 que sacudió Francia, y desde entonces se ha activado la máxima alerta en cuatro ocasiones con la actual.
La cuestión que se plantea es si esta situación, que en las tres primeras ocasiones tuvo una duración temporal limitada a unas pocas semanas, se prolongará hasta los Juegos Olímpicos de París, que se van a celebrar del 26 de julio al 11 de agosto.
Fuente: La Prensa