El fiscal confirmó que el ataque a tiros “no estaba dirigido al chofer” y buscan a un joven tirador
El fiscal que investiga el crimen del colectivero César Roldán, asesinado de tres balazos el pasado sábado, cuando conducía un transporte por la ciudad santafesina de Rosario, dijo hoy que el ataque “no estaba destinado al chofer” y que por el homicidio es intensamente buscado un joven de aproximadamente 22 años, quien efectuó ocho disparos contra la unidad.
Además, en una conferencia de prensa que brindó durante esta jornada en el Centro de Justicia Penal de Rosario, Ademar Bianchini detalló que el tirador “dejó una nota manuscrita por debajo de la puerta (del colectivo), que siempre estuvo cerrada”, la cual “no está dirigida al chofer, ni a los choferes, ni a la empresa (Movi), ni a la UTA (Unión Tranviaria Automotor)”.
“En principio el hecho ocurre sobre la avenida Eva Perón, de Este a Oeste, y unos 30 metros antes de llegar a una esquina. Una persona joven, de entre 22 y 23 años, efectúa un primer disparo en el frente del colectivo, desde afuera”, relató el representante del Ministerio Público de la Acusación (MPA).
“En esas circunstancias, Roldán, presuntamente ya herido, se levanta del asiento como para guarecerse y se desplaza hacia la parte de atrás del colectivo, mientras el rodado continúa haciendo cabeceos. Allí, el tirador efectúa otros siete disparos”, explicó el fiscal, al sostener que tal reconstrucción de la mecánica del hecho fue realizada en base testimonios de pasajeros.
Sin dar mayores precisiones, Bianchini dio a entender “que la nota estaría dirigida a personas vinculadas a la criminalidad en conflicto, lo que originó claramente una gran conmoción social”.
Para el ataque, puntualizó el fiscal, el tirador utilizó una sola arma y llegó al lugar acompañado por un cómplice, también joven, con el que se movilizaba en una moto y junto a quien escapó tras el asesinato.
Bianchini dijo que hay muchas cámaras de seguridad en la zona que están siendo relevadas, aunque se excusó de dar mayores precisiones, ya que la causa está bajo secreto de sumario y no quiere entorpecer el curso de la investigación.
Durante esta jornada, los restos de Roldán terminaron de ser velados en una cochería rosarina, para ser trasladados luego a la localidad de Granadero Baigorria para su inhumación.
Desde el sábado, cuando se cometió el homicidio, los choferes de las distintas líneas de colectivos de la ciudad llevan adelante un paro de actividades decretado por la delegación Rosario de la Unión Tranviarios Automotor (UTA) en reclamo de seguridad.
El paro tiene un alto acatamiento y está previsto que se extienda hasta esta tarde, cuando delegados de la UTA se reúnan con autoridades locales.
En tanto, entre muestras de dolor familiares, amigos y compañeros de Roldán se acercaron hoy a la sala velatoria para despedirlo.
“Era maravilloso, una sonrisa enorme, siempre sonriendo. Era el amor de mi vida. Todos me hablaron bien de él. Todos los compañeros son unidos. Él estaba feliz de trabajar ahí (en la empresa). Hace cinco años trabajaba ahí. Necesitamos justicia”, sostuvo Belén, pareja del chofer, mientras abrazaba a sus dos hijos, que no paraban de llorar.
La mujer contó que conoció a César a los 16 años, que estuvieron seis de novios y 16 casados y que hace poco afrontaron la grave enfermedad de uno de sus hijos, que logró curarse.
En tanto, otro familiar de Roldán, dijo en la puerta de la casa velatoria que César “no tenía que trabajar el sábado y había cambiado el turno a un compañero para no trabajar el domingo, cuando le tocaba, porque quería cumplir con un compromiso familiar.
Por su parte, otro chofer compañero de la víctima aseguró que siente “una angustia muy grande” por lo que pasó y resaltó que no se trató de un hecho de inseguridad. “Es algo que no se puede entender. No es inseguridad, acá no hay inseguridad, es una guerra narco. Se están metiendo con trabajadores”, dijo.
Finalmente, David, tío de Cesar, aseguró que la víctima “era una excelente persona, un pibe bárbaro y un excelente padre”.
“Él vivía para su familia, la mujer, los hijos…era muy querido por todos, cuando vos lo necesitabas, él estaba ahí, siempre dispuesto a todo, la verdad que no se merecía esto. Estaba franco ese día, pero cambió con un compañero porque hoy lunes tenía que ir a jugar con el hijo un partido de fútbol”, recordó
Para David y el resto de los familiares, el chofer “justo estuvo en un lugar que no tenía que estar”, ya que “no tenía nada que ver” con los atacantes.
“Él no tenía problemas con nadie y no andaba en nada raro, era un muchacho que vivía para su familia”, concluyó.
FUENTE : LA PRENSA