La inflación de los pobres
Un “think tank” afín al peronismo que mide datos económicos barriales, ISEPCi, habría detectado que en 20 días de agosto el precio de los alimentos aumentó un 27% en los barrios populares del segundo y tercer cordón del Gran Buenos Aires. Ese dato circuló la semana pasada por los despachos camporistas de la Cámara de Diputados generando preocupación sobre su impacto en los votantes de esa amplia zona históricamente identificados con el peronismo. A esos barrios no llegan los precios “cuidados” y las compras no se hacen en los grandes supermercados sino en los comercios de cercanía.
En qué anda Bullrich
El ideólogo de la campaña de Patricia Bullrich. Derek Hampton, tiene un objetivo primordial de campaña: que no se le escape ningún de los votos que Horacio Rodríguez Larreta sacó en la interna de JxC. Ese entre otros motivos fue el que inclinó a Bullrich a nombrar vocera en temas de género a Silvia Lospennato, diputada nacional identificada con el “larretismo”. Tras las PASO Bullrich optó por una estrategia integradora. No teme desperfilarse convocando a “palomas”. Rodríguez Larreta ya no representa un riesgo para ella. Mauricio Macri, en cambio, sí, por su juego a dos puntas con Milei.
Uno que no quiere a Milei
El conocido consultor político Dick Morris que actualmente trabaja para Donald Trump no lo quiere a Javier Milei y lo dejó bien en claro durante una charla que dio el viernes en la Universidad Católica. Sostuvo que no le parecía que el ganador de las PASO estuviera loco –o tal vez un poco sí, se corrigió– y consideró un error que hubiera puesto el eje de su campaña en la dolarización. Opinó que esa medida condenará al hambre y la miseria a millones de personas y rechazó que Milei se parezca a Donald Trump. “Trump no comete errores”, sentenció. La audiencia aplaudió, complacida.
Otros que no quieren a Milei
No sólo en la UCA miran con desconfianza a Milei; los curas villeros armaron una misa en desagravio al papa Bergolgio a quien el libertario había llamado comunista hacía cuatro años. Ahora se acordaron. Para que quedara clara la intención celebraron la misa en una villa de Barracas con asistencia de la feligresía de la izquierda confesional y del peronismo clerical. La jerarquía no aportó y al arzobispo porteño, promovido hace poco por Bergoglio, se lo esperó en vano. En las villas gana el peronismo y Rodríguez Larreta no pudo entrar, pero Milei atrae el voto joven, cosa que espanta a la Iglesia.
Fuente: La Prensa