Opinión: el hincha de River se hartó de este equipo

Este plantel agotó la paciencia de una hinchada fiel. Todo tiene un límite y el de River se cruzó en el empate ante San Lorenzo.

Basta. No se aguanta más. Ya es demasiado. No se puede seguir conviviendo con esta versión de River que hace tiempo nos decepciona y ahora también nos hace enojar. Se fueron merecidamente silbados por todo el Monumental como hacia mucho tiempo no sucedía. Cansaron a la gente. Este plantel agotó la paciencia de una hinchada fiel, que respalda y acompaña metiendo 90 mil personas un día de semana a la noche sin jugar por nada importante. Todo tiene un limite y ayer parece haberse superado. River igualó ante un rival en crisis, que ocupa los últimos puestos de la tabla, que no tiene figuras y que casi no entrena durante la semana porque sus dirigentes no pagan los sueldos. Y lo más grave es que así como lo empató, también hasta lo pudo perder.

Fin de año para el olvido

Inaceptable presente de un equipo que no trasmite nada. Perdió muy feo en Mendoza, ganó sólo por Armani en La Plata y no pudo vencer a San Lorenzo mostrando su peor rendimiento de local en todo el 2024. Este River no reacciona. Nada lo despierta. Es apático en la expresión individual de sus futbolistas. Les falta creatividad, decisión, actitud y hasta picardia para disputar cada encuentro. Nadie asume responsabilidades dentro del campo. Hoy River no tiene un solo jugador que se haga cargo del partido. No tiene referencias. No tiene ese crack que pueda hacer algo distinto. No hay uno solo capaz de provocar una emoción o levantar a la gente de su platea.

River es un equipo previsible. Va para adelante pero sin ideas. Sufre cuando lo atacan y no maneja nunca los tiempos de un partido. Le hacen goles todos los rivales; incluso aquellos que no se proponen atacar. Ya fastidia notar esto todas las semanas. Te modifica el humor. Enoja de verdad. La gente quiere ganar siempre, pero cuando no se puede al menos desea sentirse representada por lo que observa en el campo de juego y esto hace mucho tiempo que no sucede.

Lograron que el público vaya perdiendo el entusiasmo. Se apuntó a la Copa Libertadores y no pudieron. Se intentó ir por el campeonato y también fallaron. Quedaron afuera rapidamente de la Copa de la Liga y ni hablar del papelon que fue la eliminación por Copa Argentina. ¿Que más les queda por hacer este año? No quiero ni pensar que también sean capaces de quedar debajo de Boca en la tabla anual. Sería lo único que les falta a estos jugadores para redondear un 2024 olvidable por donde se lo mire. Aún nos queda por delante el duelo con Rosario Central en casa y visitar a Racing en Avellaneda. En esta mala etapa que transitamos, tranquilamente pueden ser dos partidos en los que se vuelvan a dejar puntos en el camino.

Un equipo sin identidad

River juega mal hace rato. No tiene identidad de juego ni una postura que le de una estructura sólida de equipo. Le cuesta mucho todo. No fluye ni es peligroso en ofensiva. La mitad de cancha es zona de paso. No tiene presencia y nadie marca. Nunca se supo a lo largo de toda la temporada quien es el cinco titular y eso es preocupante. En el fondo perdió esa solidez defensiva que había mostrado en aquel tramo de 8vos y 4tos de Copa Libertadores. Hoy es una defensa que convive con errores y desatenciones que suelen pagarse muy caro.

Sinceramente no hay mucho para destacar. Se juega de a ratitos. Apenas se ven ráfagas futbolisticas y nada mas. Alguna maniobra de Facundo Colidio, apariciones de Maxi Meza, quien intenta levantar su nivel, las gambetas y las ganas de Pity Martinez, la vigencia de Franco Armani y se lo extraña a Germán Pezzella. No mucho más. El resto están todos por debajo del nivel que se espera de ellos. Así es muy difícil encontrar una formación que rinda y funcione. Y ojo que diciendo esto no se le esta quitando responsabilidad a Marcelo Gallardo.

Gallardo sabe que debe rearmar casi todo el plantel para 2025. Foto: Getty.

Gallardo responsable, no culpable

El DT no ha podido mejorar lo que recibió. No le encontró nunca la vuelta a este equipo. Probó, puso y sacó pero nada cambió. River casi siempre jugó mucho menos de la exigencia que representa esta camiseta. El Muñeco es el primero en notarlo y darse cuenta. Por eso expresa abiertamente su deseo de terminar rápido el año para poder iniciar el 2025 de otra manera. Esa declaración en la voz de cualquier otro Entrenador sonaría a excusa.

Hoy no da la sensación de que sea solo un problema de almanaque. El 1 de enero difícilmente este equipo se convierta por arte de magia en una máquina solo por el cambió del año. Acá se necesita meter mano dura. Hacer una limpieza profunda, incorporar jerarquía y producir un cambio de mentalidad importante. Hay que dejar de ser este River apagado para volver a ser un River avasallante y ganador. El Muñeco deberá lograr que los jugadores se identifiquen con su proyecto. Que vuelva a generar en ellos esa conviccion sólida que le dio tantos resultados en la etapa anterior.

Cuando lo escuchamos hablar de su optimismo para el 2025 nos genera entusiasmo. Ojalá este a la altura de lo que fueron sus mejores años. Creemos en Gallardo y aun cometiendo errores, nadie nos inspira más confianza que él. Su regreso fue el aspecto más positivo para la gente en un año de sabor amargo. Y si bien en este Club no se vive del pasado, al DT no se lo incluye en los silbidos. Aun siendo parte de esta triste realidad, la gente sabe diferenciar. La reprobación que se escuchó no fue para él. Se le pueden reprochar y cuestionar decisiones que consideramos equivocadas, pero nunca dudar de su sabiduría y capacidad de trabajo. El hincha puede ser que este harto, pero nunca de Gallardo.

Fuente: La Pagina Millonaria