Consumir agua segura es clave para cuidar la salud
El agua segura es la que, por su tratamiento, se encuentra libre de gérmenes y/o sustancias tóxicas. Su consumo ayuda a mantener una salud óptima y a prevenir enfermedades.
El Ministerio de Salud de Jujuy recordó a la comunidad que el consumo de agua segura es fundamental para el cuidado integral de las personas en todas las etapas de la vida. La hidratación adecuada es beneficiosa para el funcionamiento del organismo y vital en temporada de altas temperaturas, ya que su déficit puede aparejar complicaciones.
El agua es segura cuando por su condición y tratamiento se encuentra libre de gérmenes y/o sustancias tóxicas que puedan afectar la salud de las personas. Además, contribuye al correcto funcionamiento del organismo y ayuda a prevenir enfermedades diarreicas y el síndrome urémico hemolítico, por ejemplo.
El agua segura se debe usar para:
• Beber
• Hacer hielo
• Lavar alimentos como frutas y verduras
• Hacer infusiones como té y mate
• Lavarse las manos y los dientes
• Cocinar
¿Cómo tratar el agua no segura?
Además del agua potable o corriente suministrada por la red, se puede convertir en agua segura apta para el consumo humano aquella que proviene de otras fuentes como pozo, aljibe, cisterna, vertiente, entre otras.
Es importante recordar que la contaminación del agua no siempre se nota a simple vista o por el sabor, y por ello es necesario cumplir con medidas para contar con agua segura. Para esto, se puede hervir durante 2 a 3 minutos o colocar 2 gotas de lavandina por cada litro de agua, y dejarla reposar durante 30 minutos antes de consumirla.
Cómo evitar la deshidratación
A lo largo del día es importante beber 2 litros de líquidos sin azúcar, preferentemente agua segura y no esperar a tener sed para hidratarse. Esta cantidad se debe aumentar sobre todo en días con temperaturas altas, si se realiza actividad física o si se presenta fiebre, pérdidas de líquidos por vómitos y/o diarrea.
En la casa, se debe ofrecer siempre agua segura y mejor si las botellas y jarras están en lugares visibles y al alcance de todos como la mesa y la heladera; además se debe servir agua para acompañar todas las comidas. Al salir, es muy importante llevar la botella de agua en la mochila, la cartera o el bolso y beber agua durante las horas de trabajo, en viajes aun de corta distancia y mientras se realizan actividades recreativas. Otro hábito que aporta a la salud es pedir agua también en salidas gastronómicas y/o nocturnas.
Recomendaciones
• Personas embarazadas: deben consumir agua ya que es un factor clave para mantener el líquido amniótico
• Personas en período de lactancia: deben reponer las pérdidas de agua que se producen al amamantar
• Bebés: pueden comenzar a tomar agua a partir de los 6 meses; antes no es necesario ya que reciben el agua que requieren con la lactancia
• Población pediátrica: se debe ofrecer agua constantemente ya que, por la permanente actividad, transpiran más y, además, perciben menos la sed
• Adultos mayores: suelen disminuir el consumo de líquidos por tener una menor sensación de sed; pueden presentar vulnerabilidad a las altas temperaturas
¿Cómo almacenar el agua segura?
En lugares donde es necesario reservar agua segura se recomienda:
• Guardar el agua en bidones limpios y con tapa, preferentemente de plástico, que tengan un pico o boca que permita sacar el agua sin meter recipientes o vasijas que la puedan contaminar
• Ubicar los depósitos de almacenamiento en lugares donde el agua no pueda ser alterada, lejos del contacto del suelo y fuera del alcance de animales
• Una vez vacíos, desinfectar con lavandina los depósitos y enjuagarlos con agua potable antes de llenarlos otra vez
• Limpiar el recipiente y cambiar el agua regularmente