“Hoy los protagonistas son otros y empieza a cambiar el gobierno”, resumió este domingo el saliente presidente Luis Lacalle Pou al sufragar en unas elecciones nacionales que, según la consultora local, tendrá balotaje el 24 de noviembre entre Yamandú Orsi, de la coalición de izquierdas Frente Amplio, que obtuvo cerca del 44 por ciento de los votos, y el oficialista Partido Nacional que postuló a Álvaro Delgado, que orillaría el 27%, mientras que el Partido Colorado bordeó el 16%.

Con una participación que merodeó el 90%, luego se ubicarían Cabildo Abierto, Partido Independentiente e Identidad Soberana, los 3 en torno al 2%.

Lo cierto es que, en unos comicios caracterizados por una inusual apatía de la gente, la jornada transcurrió con tranquilidad y sin incidentes destacados.

El Partido Colorado, gracias a una intensa y atípica campaña de su abanderado Andrés Ojeda, un candidato “pragmático” que se presenta como la cara de la “nueva política”, completó el podio. “Fue una lección al sistema y la nueva política llegó para quedarse”, sostuvo.

Expertos atribuyeron esa baja adhesión y movilización popular a que la ciudadanía no considera que éste será un ciclo electoral con “cambios fundamentales”, ya que los proyectos de los dos principales contendientes guardan similitudes y coinciden en tener sus ejes centrales en mejorar la competitividad del país, acortar las brechas económicas y reducir la tasa de la pobreza infantil.

“Ha sido una campaña alejada de la gente, que no logró los niveles de movilizaciones que tiene Uruguay históricamente, donde la adhesión a los partidos es de las más altas de Latinoamérica”, afirmó el analista político Julián Kanarek.

A LAS URNAS

Delgado se desplazó con su familia al Club Banco República, situado en el barrio Pocitos de la capital uruguaya, para sufragar y afirmó sentirse “emocionado y confiado” de que la gente “votará por la continuidad”, mientras agradeció la militancia, “sobre todo de los jóvenes”.

Mientras, el candidato del Partido Colorado entregó su voto en las primeras horas de la tarde, acompañado de su sobrino, en el barrio de Punta Gorda.

Si bien las filas empezaron a alargarse en las horas de la tarde, no se registraron episodios de gravedad a medida que avanzaba la votación. Muchos votantes aprovecharon el día soleado para darse un paseo por las orillas del Río de la Plata y después acudir a sus respectivos centros.

En la misma jornada se celebraron también dos plebiscitos, en los que el voto —a diferencia de la elección presidencial— no es obligatorio. Uno se refería a la creciente preocupación en seguridad y la posibilidad de permitir allanamientos nocturnos en los domicilios, mientras que la segunda consulta popular indagaba sobre una reforma al sistema de pensiones.

UNA MUERTE

En tanto, el dato lúgubre se dio cuando un hombre de 59 años falleció tras sufrir un paro cardiorrespiratorio luego de votar en una escuela de la capital.

Fuente: La Prensa