Jujuy participó en seminario del BID sobre Bosques Nativos

“Los bosques nativos deben ser valorados en su integralidad, con sus servicios ambientales y sus potencialidades para el desarrollo de oportunidades productivas, sostenibles, y beneficios sociales”, dijo la ministra María Inés Zigarán en el evento sobre “Gran Chaco: oportunidades y desafíos”.

La ministra de Ambiente y Cambio Climático de Jujuy, María Inés Zigarán, participó como expositora en el Seminario de Lanzamiento y Discusión sobre el documento “Deforestación en el Gran Chaco: avances y desafíos” realizado por el BID, INTAL y CIPPEC, donde se presentó la publicación y se desarrollaron diversos espacios de diálogo y debate. Del acto también participó el gobernador Carlos Sadir junto a gobernadores del Norte Grande.

Zigarán compartió una mesa de diálogo junto al secretario de Ambiente de Salta, Alejandro Aldazával; la directora de Bosques de Santiago del Estero, Noelia Zanichelli; y la coordinadora de la Agencia de Gran Chaco, Marta Soneiras. La mesa fue coordinada por Diego Moreno, miembro de Fundación Vida Silvestre.

En ese marco, la ministra de Ambiente y Cambio Climático de Jujuy, quien preside la Comisión de Bosques Nativos del Consejo Federal de Medio Ambiente (COFEMA), después de agradecer la invitación al Banco Interamericano de Desarrollo (BID), celebró el encuentro que tuvo como eje central la situación de la región del Gran Chaco, pero además fue un espacio de análisis de la política de bosques nativos en Argentina, la implementación de la Ley 26.331, las tensiones entre ambiente y producción, las nuevas oportunidades comerciales y las barreras pararancelarias.

“Nos encontramos frente a las crisis globales por pérdida de biodiversidad y cambio climático que se han agudizado y seguirán los próximos años una trayectoria compleja, por eso es importante este encuentro donde abordamos los temas de bosques junto a diversos actores, tomadores de decisiones en diversos ámbitos”, dijo en la apertura.

Observó como problemáticas que obstruyen los avances de las políticas de bosques nativos, la disminución de la institucionalidad ambiental a nivel nacional y en algunas jurisdicciones. Destacó que Jujuy, en cambio ha jerarquizado en 2015 la institucionalidad ambiental y climática y ha mantenido esa línea con la gestión que lidera el gobernador Carlos Sadir.

Observó con preocupación “la concepción que va creciendo del estado mínimo y su retiro de cuestiones fundamentales, entre otras las cuestiones ambientales”.

Destacó que urge destinar recursos al ambiente y a los bosques y en este marco resaltó la importancia de nutrir con mayores recursos el Fondo Nacional de Bosques Nativos. “Es necesario u urgente fortalecer el FOBOSQUE y el Fondo Nacional de Manejo del Fuego que son las dos herramientas que tienen recursos destinados por sus respectivas leyes 26331 y 26815”, precisó. Y al mismo tiempo dijo que “con recursos escasos, los bosques seguirán desapareciendo y los incendios seguirán siendo una de las principales amenazas”.

En otro tramo de su intervención señaló que hay que resolver la tensión entre ambiente y producción: “hay una radicalización de los extremos y esto no contribuye a la construcción de consensos. Necesitamos que Argentina alcance un desarrollo productivo que le permita generar divisas y permita mejorar la calidad de vida de sus ciudadanos”.

“Eso es posible –agregó- con un manejo sostenible de los recursos naturales y en particular de los bosques y los múltiples aprovechamientos que pueden darse en ellos, incluidos los productos no maderables, el turismo de naturaleza, entre otras. De hecho, entiendo que el manejo del bosque es el mejor aliado de la conservación. El crecimiento productivo debe ocurrir siguiendo los mejores estándares ambientales”.

Consideró también que “no habrá ningún crecimiento virtuoso sino se incorpora la perspectiva ambiental y climática. Lo ambiental mejora lo productivo. Y una producción que asegure el triple impacto económico, social y ambiental contribuirá a saldar deudas sociales y garantizar que su actividad no afecte el patrimonio cultural y los servicios diversos que ese patrimonio brinda a la humanidad y que tenemos la responsabilidad ética de legarle a las generaciones futuras”.

Por otra parte, abordó los temas en discusión en la Comisión de Bosques. “Los primeros años de implementación de la Ley 26331, los debates estuvieron centrados en el desarrollo de criterios técnicos que fueron plasmados en diversas resoluciones, como guías metodológicas para el OTBN, los criterios de sustentabilidad, la importancia de los procesos participativos. En los últimos años, si bien se mantienen los temas técnicos, han dominado la agenda los debates sobre la necesidad de incrementar fondos para los bosques, por un lado, y las rendiciones de fondos pendientes por parte de las jurisdicciones provinciales que tuvieron diversos problemas. Hemos trabajado en COFEMA para ayudar a resolver estas situaciones, con las certificaciones de obra, con moratorias diversas, con el aplazamiento para presentar las rendiciones, pero aún hay muchas cuestiones por resolver, para que las provincias puedan avanzar en este tema. Pero también tenemos una Nación en deuda porque es cierto que las provincias deben rendiciones, pero nunca el FOBOSQUE se constituyó conforme a la ley y me parece que hubo por parte de las provincias una comprensión de los contextos económicos”.

“Los fondos de la ley son imprescindibles para estimular en los titulares de bosques la conservación y el manejo sostenible y frenar el desmonte ilegal, pero además son imprescindibles para las Autoridades Locales de Aplicación, como nuestra Dirección de Bosques, que sostienen los procesos de la Ley de Bosques”, agregó.

Finalmente, señaló que “hemos construido en la Comisión de Bosques junto a la Autoridad Nacional de Aplicación una agenda de temas para mejorar la implementación de la ley, desde la necesidad de mejorar la calidad técnica de los planes, de los OTBN; mejora en el destino de los fondos tanto los que van a productores como los que van a las provincias. Y hemos planteado la necesidad de que la fórmula polinómica de distribución de los fondos bosque que hoy solo tiene dos componentes, el factor ocupación, es decir la superficie y la categoría de bosques, incorpore el valor de otros servicios ambientales, como la biodiversidad, la capacidad de captura de carbono de sus bosques y suelos, la regulación hidrológica, para lo cual se deben desarrollar metodologías que permitan monetizarlos”.