Cayó el peluquero asesino que estuvo más de dos meses prófugo
Detectives de la Policía de la Ciudad detuvieron al asesino del peluquero de Recoleta: estaba escondido en una casa en Moreno. Se trata de Abel Guzmán, el estilista de 43 años que permanecía prófugo tras asesinar a Gabriel Medina.
Tenía pedido de captura desde el 21 de marzo de 2024 y sobre él pesaba una recompensa de $5.000.000. Su cara circuló por todas las redes sociales y medios de comunicación. Aún así, Abel Guzmán (43), el homicida que quedó filmado cuando asesinaba de un tiro en la cabeza al colorista Germán Medina en una peluquería de Recoleta, logró evadir a la justicia durante 10 semanas. Hasta hoy.
Fuentes oficiales confirmaron que los investigadores de la División Capturas de la Policía de la Ciudad dieron con Guzmán en una casaquinta del partido bonaerense de Moreno de la calle Miserere, entre Roma y Leonardo da Vinci, donde se escondía. Según las primeras informaciones, allí lo apresaron.
El aviso de una vecina que lo identificó y el rastro de los IP, que lo ubicaban en la zona de Moreno, fueron la clave, aunque los investigadores no tenían la ubicación precisa.
“Lo vieron, lo reconocieron, fueron a hacer tareas y lo agarraron”, explicaron.
Un vecino de la cuadra de Moreno donde se escondía el homicida dijo a TN en el lugar: “Salí y lo tenían dos policías sacándole fotos. Cuando lo vi pensé: ‘Este tiene cara conocida’”. Y agregó: “Se ve que estaba viviendo hace poco ahí, en esa casa donde vive una señora grande. Nunca lo había visto. Lo noté tranquilo”. Otra vecina contó al canal de noticias que el ahora detenido trabajaba para una señora mayor, de unos 80 años: “Ella pobrecita no sabía nada, salió a preguntar qué había pasado. Vive ahí con el hijo”.
El asesinato de Medina ocurrió el 20 de marzo pasado por la noche en la peluquería Verdini de la calle Beruti, un salón de belleza frecuentado por diversos famosos. Mientras un grupo de empleados estaba sentado en ronda, el peluquero Guzmán los increpó y disparó contra el colorista. Medina, de 33 años y una larga trayectoria en su rubro, tal como Guzmán, fue trasladado todavía con signos de vida por personal del Same al Hospital Fernández, pero murió a los pocos minutos.
En paralelo, el homicida logró huir por una ventana y desde entonces nada más se supo de él. Así, desde el Juzgado N°48, a cargo del juez Javier Sánchez Sarmiento, se firmó el pedido de captura al otro día del crimen. La labor de encontrar a Guzmán fue de Homicidios de la Policía de la Ciudad.
Fuente: La Prensa