Un nuevo bombardeo ruso a Odesa destruyó 60 mil toneladas de granos

Por si el bombardeo del martes al puerto de Odesa no hubiese dejado en claro que Rusia hará “lo que sea” para impedir que Ucrania siga exportando sus granos, hoy volvió a atacar esa sureña ciudad donde, según denunció Kiev, fueron destruidos silos que almacenaban 60.000 toneladas de cereales, y también avisó que ya considera “posibles objetivos militares” a todos los barcos que se dirijan por el mar Negro hacia el país que ha invadido.

Pero hubo otra advertencia del Kremlin: “Tomaremos como parte del conflicto a las naciones a las que pertenezcan dichos buques, posibles portadores de cargamento bélico.

“Varias áreas marítimas en el noroeste y sureste de esas aguas internacionales -insistió- han sido declaradas temporalmente peligrosas para la navegación”. Moscú, tras no haber prorrogado el convenio, mediado por Turquía y la ONU, empezó a disparar misiles -hoy fue el turno de los Oniks y Kh-22-, contra la infraestructura y logística claves para la salida de la producción agrícola ucraniana.

Esta ofensiva se sintió en los mercado, donde los precios del trigo subieron poco más del 5 por ciento en las últimas 48 horas aunque, a 6,91 dólares el bushel (unidad de medida equivalente a 27 kilos), continúan bastante por debajo del máximo alcanzado en marzo de 2022. La FAO recordó que el convenio suspendido ayudó a “poblaciones vulnerables” al lograr una disminución del precio en torno al 23%.

EL BALANCE DE KIEV

“Fue una noche de terror”, admitió el gobierno ucraniano, que habló de bombardeos enemigos contra varias ciudades, aunque el principal blanco fue la región de Odesa.

Hubo impactos en terminales de grano y petróleo y daños en tanques de almacenaje y equipamiento de carga -resumió Kiev-, además de un incendio.
El puerto de Chornomorsk, uno de los 3 a través de los cuales egresan parten sus exportaciones, quedó inoperable y demandará al menos un año repararlo.

“Este es un acto terrorista, no contra nuestra nación, sino contra el mundo entero, cuya seguridad alimentaria se halla nuevamente en peligro”, reprochó el presidente Volodomir Zalenski, quien reiteró el pedido a Occidente para que le entregue más sistemas de defensa antiaérea.

La Fiscalía general indicó que se trata del “mayor ataque” rival en la región, con un saldo provisional de más de una decena de heridos e incluso “casas y vehículos dañados”.

CHANTAJE

“La humanidad es rehén de este chantaje ruso”, añadió Zelenski. Al rato, el Kremlin manifestó que en tres meses podría retornar al pacto si la ONU cumple las 5 exigencias que le ha planteado: la reconexión de su banco agrícola, Rosselkhozbank, al sistema Swift; la reanudación de los suministros de maquinaria agrícola, repuestos y mantenimiento; el levantamiento de la prohibición de acceso a los puertos; la reactivación del conducto de amoníaco Togliatti-Odesa; y el desbloqueo de los activos y cuentas extranjeras de las empresas del país relacionadas con la producción y transporte de alimentos y fertilizantes.

EL CAMINO DE LA PAZ

Zelenski sostuvo que la guerra culminará por vía diplomática pero descartó sentarse a dialogar con su homólogo Vladimir Putin. “¿Quién puede hablar con ese maníaco que tiene sangre en las manos?”, justificó su negativa. Para robustecer su postura, comparó los métodos del Jefe del Kremlin con los de Adolf Hitler.

FUEGO EN CRIMEA

Autoridades de la anexionada península de Crimea reportaron más de 2.200 evacuados de 4 poblaciones y el cierre de una importante autopista a raíz del incendio en una instalación castrense.

Aunque no se especificó la causa del fuego que estalló en el distrito de Kirovsky, el hecho de que se haya registrado dos días después del ataque al puente de Kerch alimenta la hipótesis de una autoría ucraniana.

Fuente: La Prensa