La oposición a la reforma constitucional “nos hizo retroceder 40 años”, afirmó referente guaraní
La referente del pueblo guaraní e integrante del Consejo de Participación indígena de San Pedro, Margarita Abapillo, lamentó que la ampliación de derechos de los pueblos indígenas prevista originalmente en la nueva Constitución de Jujuy se dejara sin efecto por la oposición de algunas comunidades a la reforma y afirmó que al mantenerse el texto de 1986 “hemos retrocedido cuarenta años”.
La dirigente recordó que desde el año pasado, a través de charlas y talleres, se analizó dentro de las comunidades “cuáles iban a ser los derechos que nosotros, como cuerpo de delegados indígenas de Jujuy, queríamos se nos reconozcan” en la nueva carta magna.
Destacó que ese proceso de consulta se hizo con el acompañamiento de la Secretaría de Pueblos Indígenas, “y eso demandó, obviamente, la firma de las actas para que esto tenga el efectivo tratamiento dentro de la Convención”, siendo en el departamento San Pedro estas propuestas apoyadas por el 90 por ciento de los integrantes de las comunidades.
Hubo consenso, explicó Abapillo, en incorporar a la nueva Constitución Provincial las disposiciones del artículo 65 inciso 17 de la Constitución Nacional: “a los hermanos de las comunidades les parecía correcto poder incluir dentro de esta reforma estos derechos porque el derecho que teníamos desde 1986 simplemente hablaba de la protección a los aborígenes, donde éramos tratados como objetos y no como sujetos de derecho”, remarcó.
La dirigente señaló que la propuesta de reforma planteaba “el reconocimiento a la preexistencia étnica y cultural de las comunidades originarias y pueblos indígenas jujeños y garantizaba el respeto a la identidad, espiritualidad, herencia cultural, conocimiento ancestral y el derecho a la educación bilingüe intercultural, y entonces –se preguntó- cómo no estar de acuerdo con algo tan en sintonía con nuestra Constitución nacional, en la cual estas propuestas fueron hechas por el cuerpo del Consejo de Participación Indígena, y todos estuvieron de acuerdo con que sea esta la propuesta que se tratara conjuntamente con los convencionales”.
“Eran reconocimientos que iban a ir en una forma exponencial”, sostuvo y estimó que “a los hermanos indígenas de nuestra provincia un poco de lectura respecto a esto les hizo falta, qué teníamos por la Constitución de 1986 y qué íbamos a tener a partir de esta reforma”.
Sobre los reclamos en contra de la reforma, analizó que “nos parece que hubo una mala interpretación porque justamente la punta del ovillo fue el litio, los recursos naturales en la Puna, el agua y sobre eso fueron, pero me parece que los hermanos no llegaron a comprender en realidad lo que era esta reforma en cuanto a reconocernos nosotros como pueblos indígenas, donde el Estado te está reconociendo e invitando a que las políticas públicas las construyamos juntos”.
Tras aseverar que “hemos retrocedido cuarenta años”, agregó que “hoy, junto con muchos hermanos, podríamos haber estado muy contentos, diciendo que nuestras generaciones futuras van a ser reconocidas y van a entrar en las planificaciones, en todo lo que es la política indígena pura”.
“No nos hace bien como pueblo indígena estar continuamente en contra del Estado, más bien nos tenemos que apropiar como pueblos indígenas de esta política; tenemos que hacer que esto sea nuestro”, expresó la dirigente.
Finalmente sostuvo que “hubo una mala información hacia adentro” de las comunidades, las que “no son agresivas, no van a la confrontación. Por eso me gustaría que mis hermanos recapaciten y veamos de qué manera podemos hacer que esto no siga sucediendo, que venga alguien a llenarnos la cabeza y decirnos cualquier cosa, cuando no hemos comprendido hacia dónde íbamos a ir y lo que podríamos haber dejado para nuestras descendencias”.