La CGT fue al Senado a criticar la ley bases, pero salió criticada

Los líderes sindicales Héctor Daer (CGT) y Hugo Yasky (CTA) rechazaron en el Senado el capítulo laboral de la “Ley de Bases” durante el plenario de comisiones que analiza la sanción del proyecto de la Cámara de Diputados. Cumplieron su objetivo, pero pasaron un mal momento cuando el representante de la Libertad Avanza, Ezequiel Atauche, les echó en cara el haber permanecido en silencio durante los cuatro años del gobierno peronista de Alberto Fernández, a pesar de que los trabajadores sufrieron un pérdida salarial de 39 puntos como consecuencia de la inflación.

“Entre 2019 y 2023 –sostuvo Atauche– la inflación se cuadruplicó pasando de 53 a 211% anual y el salario perdió 39 puntos reales. ¿Dónde estaban ustedes? ¿Cuántos paros hicieron? ¿Dónde estaban escondidos?”.

Fuera de micrófono Daer comenzó a protestar en voz alta alegando que no iba a permitir que se le faltara el respeto y amagando con retirarse, pero terminó quedándose para argumentar que “la huelga es un ejercicio de la democracia” y que la CGT no discute salarios, sino derechos.

Dos senadoras kirchneristas, cuyo bloque había convocado a los cegetistas, terciaron en la discusión que había comenzado a aumentar de volumen: Anabel Fernández Sagasti y Silvina García Larraburu. La primera acusó al senador que presidía el plenario, Bartalomé Abdala, de una actuación “lamentable” y de provocar y faltarle el respeto a los invitados. La segunda se quejó de una presunta impugnación ideológica de los invitados.

Resultó inesperado que los dirigentes sindicales, convocados para invalidar el proyecto del gobierno, terminaran sentados en el banquillo de los acusados. El efecto político que buscaba la oposición terminó diluyéndose.

Al comienzo del plenario los principales puntos más criticados por Daer habían sido la flexibilización para la contratación de trabajadores y el fondo de cese, entre otros ejes de la legislación propuesta. El jefe sindical objetó la figura del trabajador-colaborador y los consideró que se trataba de una figura inédita que no existe en el mundo. Opinó también que el proyecto no contenía nada a favor de los trabajadores, apuntando contra en particular el período de prueba de hasta un año y la eliminación de las indemnizaciones.

Ante preguntas de la oposición, Daer se mostró en  desacuerdo con eliminar las cargas sociales que encarecen el salario, aunque admitió que el trabajo en negro es peor que el período de prueba. Defendió también las cuotas sindicales obligatorias para trabajadores no afiliados. Consideró la cuestión como “filosófica” y aseguró que “si hablamos de plata nos equivocamos”.

Reconoció, asimismo, que la CGT se reunió con el gobierno porque los sindicatos tienen la responsabilidad de dar servicios de salud.

FUENTE : LA PRENSA