Otra renuncia impacta en el Gabinete de Milei
El subsecretario de Empleo Público, Ricardo Martín Boccacci, dejó su cargo antes de la cesantía de miles de trabajadores contratados por el Estado en diferentes áreas.
El Gabinete de Javier Milei sumó otra renuncia, esta vez la del subsecretario de Empleo Público, Ricardo Martín Boccacci, en momentos en que existen versiones de que el Gobierno avanzaría con más cesantías de trabajadores estatales con la posible no renovación de miles de contratos que vencen el 31 de este mes.
Su desvinculación se conoció a través del decreto 264/2024, pero no se conocieron las razones de la misma.
Se estima que decidió seguir los pasos de quien era su jefe directo, el secretario de Transformación del Estado y Función Pública de la Jefatura de Gabinete, Armando Guibert, quien se alejó del cargo días atrás.
Guibert se encargaba de la negociación de paritarias con los gremios estatales y de resolver cuestiones como los contratos temporales, justamente esto último es lo que está generando “alerta y movilización” en los sindicatos de empleados públicos, que alertaron sobre la chance de que no se renueven a fin de mes entre 50 mil y 70 mil de contratos.
Boccacci ya tiene reemplazante, ya que fue designada la licenciada María Rosana Reggi, quien viene de cumplir funciones como responsable de Relaciones Laborales en el Gobierno de la Ciudad de Buenos Aires.
Desde su llegada al poder, Milei encargó auditorías en el Estado para establecer la cantidad de empleados necesaria en cada repartición y, en ese marco, los contratos anteriores a 2023 fueron prorrogados solamente por tres meses, por lo que vencen el 31 de marzo próximo.
Los recortes en todas las áreas estatales que buscan achicar el déficit fiscal y equilibrar la economía, son la prioridad de Milei, esto dicho por el propio mandatario.
En lo que va del año, el gobierno de Milei registró la salida de al menos una decena de funcionarios, entre ellos Omar Yasin, Guillermo Ferraro, Osvaldo Giordano, Flavia Royón, Sebastián García de Luca y Alejandro Guglielmi.
Fuente: La Prensa