Irak: una boda de ensueño que devino en la peor de las pesadillas

Un nuevo incendio masivo en Irak, esta vez durante una boda a la que asistían más de medio millar de personas, arrojó un saldo provisional de 114 muertos y más de 200 heridos, medio centenar de gravedad, en una tragedia que ha conmocionado al país, volvió a poner la lupa sobre la corrupción y la negligencia relacionada con la infraestructura y aumenta las sospechas de que, a la hora de hallar culpables, el hilo se cortará por lo más delgado, ya que el Ministerio del Interior anunció la detención de 3 de los 4 propietarios del suntuosos salón de fiestas -el restante permanece prófugo- y de 9 empleados que trabajan en el lugar, todos para ser indagados.

“Se tomaron las medidas jurídicas necesarias y la pesquisa aún están en curso”, se apuró a señalar esa cartera, que también “disctaminó” de manera exprés que los dueños del salón Al Haitham Hall “incumplieron los estándares mínimos de construcción”.

La pregunta clave a responder es ¿cómo se inició el fuego? Según Defensa Civil, lo que el gobierno calificó de “accidente” fue provocada porque algunos invitados lanzaron fuegos artificiales y bengalas en el interior del recinto cuyas paredes y techos estaban recubiertos de paneles de plástico Ecobond “altamente inflamables” y prohibidos en esta clase de edificaciones.

“Asimismo, carecía de sistemas de alarmas y de extintores”, completa el lapidario informe. Lo concreto es que las llamas “se propagaron muy rápidamente e hicieron colapsar partes del salón, construido con materiales de bajo costo que se derrumbaron en cuestión de minutos”.

La situación acabó agravándose dramáticamente porque la quema de los paneles de plástico causó una emisión de gases tóxicos.

DE LAS RISAS AL LLANTO

Todo era alegría en el inmueble situado en el distrito cristiano de Al Hamdaniya, norteña provincia de Nínive, donde los flamantes esposos comenzaban a bailar -resultaron ilesos- un tema romántico cuando estalló el horror y una verdadera lluvia ardiente empezó a caer sobre la gente.

Los invitados, sentados en largas mesas, entraron en pánico y corrieron en estampida hacia las salidas. Para complicar aún más la huida, se cortó la luz. “Las cosas que caían bloqueaban el paso hacia la puerta, donde se produjo una avalancha humana -relató una sobreviviente-. Varias personas tropezaron, terminaron de bruces y fueran pisoteadas por otras”.

Con tantas víctimas atrapadas, alguien llevó una excavadora y realizó un agujero en una de las paredes pero, para ese entonces, “la mayoría que quedó adentro había fallecido”.

Una enfermera del hospital de la cercana ciudad de Mosul reveló que el nosocomio recibió decenas de cadáveres que “están pegados los unos con los otros de tal forma que no puede distinguirse el cuerpo de un hombre del de una mujer”.

“Nunca en mi vida he presenciado algo tan horrible”, sentenció.

AIRE SALVADOR

Nabil Ibrahim, uno de los amigos del recién casado, salvó su vida porque con uno de sus hijos había optado por tomar “un poco de aire fresco”. Cuando estalló el incendio, como su esposa, y otros 2 hijos se encontraban en el interior, corrió hacia el salón y se topó con una imagen que jamás olvidarán: “Gente calcinándose y gritando y de dolor”.

Junto con otras personas intentaron rescatar del infierno a cuantos pudieran. Al final, logró escapar por la cocina y halló al resto de su familia afuera.
Afortunadamente, muchos de los hijos de los invitados estaban en el exterior en una zona de juegos aledaña cuando arrancó el siniestro.

LUTO NACIONAL

El premier Mohamed Shia al Sudani ordenó la formación de un comité de investigación, declaró tres días de luto nacional y conminó a Defensa Civil “duplicar las inspecciones periódicas “en edificios, centros comerciales, restaurantes, hoteles y salas de eventos para garantizar las medidas de seguridad y tratar los posibles peligros”.

En Irak son habituales los desastres en este tipo de sitios, atribuidos fundamentalmente a la falta de mantenimiento, corrupción oficial y el pobre estado de la infraestructura de un país que todavía está en proceso de reconstrucción luego de décadas de guerra y violencia sectaria.

El siniestro más letal de los últimos años ocurrió en 2021 en un hospital de Bagdad, que se saldó con 82 muertos, y sucedió poco después de que un incidente similar se cobrara 60 vidas en otro centro de salud, en esa ocasión en la meridional ciudad de Nasiriya.

Fuente: La Prensa