Armenia y Azerbaiyán empiezan a negociar el futuro de la disputada Nagorno Karabaj

Representantes de Nagorno Karabaj y del Gobierno azerbaiyano celebraron hoy una primera ronda de conversaciones sobre el futuro de esa región que Azerbaiyán afirma ahora controlar por completo, tras una ofensiva militar lanzada esta semana que forzó la rendición de armenios que la tuvieron bajo su dominio más de tres décadas.

El Gobierno azerbaiyano del presidente Ilham Aliyev dijo que la reunión se celebró en un ambiente “constructivo y positivo” y que ambas partes volverán a reunirse “lo más pronto posible” en busca de un acuerdo sobre Nagorno Karabaj, una región montañosa que motivó dos guerras entre Armenia y Azerbaiyán.

Las autoridades de facto armenias de Nagorno Karabaj y la agencia de noticias estatal azerbaiyana Azertac dijeron más temprano que el diálogo iba a centrarse en la “reintegración” a Azerbaiyán del territorio, que está dentro de sus límites pero que tiene una población mayoritariamente armenia.

Las conversaciones llegan luego de que las fuerzas locales armenias de Nagorno Karabaj aceptaran deponer las armas después de que Azerbaiyán lanzara esta semana una ofensiva relámpago contra ellas, que estaban cada vez más acorraladas desde que sufrieron una dura derrota en la última guerra por el territorio, en 2020.

Las autoridades armenias del Karabaj, que han mantenido el control de la región desde la primera guerra contra Azerbaiyán, entre 1988 y 1994, y fundado allí una república que no tiene reconocimiento internacional, dijeron que sus fuerzas de defensa locales se desarmarán y disolverán en virtud de una tregua mediada por Rusia.

Aliyev celebró la victoria en una mensaje a la nación en el que dijo que el Ejército del país había tomado pleno control de Nagorno Karabaj.

“Azerbaiyán ha restablecido su soberanía” sobre Nagorno Karabaj, dijo.

En Armenia, el primer ministro Nikol Pashinian dijo que apoyaba las conversaciones de paz de los armenios del Karabaj con Azerbaiyán, en medio de protestas de manifestantes opositores que exigen su renuncia por no haber ayudado a los armenios del enclave.

El camino de la paz “no es fácil”, pero “hay que tomarlo”, afirmó el premier.

El martes, el Ejército de Azerbaiyán atacó con artillería y drones a las fuerzas armenias del Karabaj, que estaban debilitadas por un bloqueo azerbaiyano a esta región del Cáucaso Sur que la comunidad internacional considera parte de Azerbaiyán.

El defensor del pueblo de Nagorno Karabaj, Gegham Stepanyan, dijo que al menos 200 personas, incluyendo 10 civiles, murieron y 400 resultaron heridas en los enfrentamientos.

La ofensiva de Azerbaiyán generó temores a otra guerra a gran escala entre Azerbaiyán y Armenia, que apoyó a los armenios del Karabaj en los conflictos de 1988-1994 y 2020.

Las hostilidades agravaron una situación humanitaria ya muy complicada para los residentes del enclave, que estuvieron meses con poca comida o medicina debido a que Azerbaiyán cerró la única ruta que lo conecta con Armenia.

El Karabaj se sitúa en el suroeste de Azerbaiyán, y limita con el sureste de Armenia.

Desde el fin de la guerra de 2020, Rusia tiene 2.000 soldados de paz en este enclave montañoso, y su presidente, Vladimir Putin, indicó que el contingente militar ruso mediará en el proceso de paz.

Hoy, los armenios de Nagorno Karabaj acusaron a Azerbaiyán de violar el alto el fuego con disparos contra la capital regional, Stepanakert, lo que fue desmentido por el Ministerio de Defensa azerbaiyano como “completamente falso”.

Las calles de Stepanakert están llenas de “desplazados, hambrientos y asustados”, denunció hoy el defensor del pueblo Stepanyan.

Más de 10.000 personas ya han sido evacuadas del enclave, dijeron las autoridades locales armenias.

Putin habló por teléfono con Aliyev y le dijo que los derechos de los armenios del Karabaj debían ser respetados, informó la agencia de noticias rusa Tass.

Aliyev se disculpó ante Putin por la muerte de soldados del contingente ruso, ocurrida ayer.

Rusia dijo que algunos de sus soldados habían muerto, pero no dijo cuántos ni si ello sucedió antes o después del alto el fuego.

Pashinian, que enfrenta duras protestas desde la derrota en 2020 que se reflotaron esta semana, dijo en un discurso que los combates habían cesado con la tregua.

El premier, que ya había reconocido la soberanía de Azerbaiyán sobre Nagorno Karabaj, dijo que su país no se verá arrastrado a otra guerra.

Agregó que su Gobierno no participó de las negociaciones pero que ha “tomado nota” de la decisión de los armenios del enclave.

Miles de manifestantes protestaron el miércoles por la noche frente a la sede del Gobierno donde, como en la noche anterior, estallaron incidentes con la policía.

Hikmet Hajiev, asesor del presidente de Azerbaiyán, dijo que el objetivo es “la reintegración pacífica de los armenios del Karabaj” y una “normalización” de las relaciones con Armenia.

El Consejo de Seguridad de la ONU convocó para hoy a una reunión urgente por la ofensiva azerbaiyana, a pedido de Francia.

El presidente de Francia, Emmanuel Macron, habló con Aliyev y condenó su decisión de usar la fuerza en Nagorno Karbaj porque esto “podría empeorar la crisis humanitaria en Nagorno Karabaj”, dijo la presidencia francesa en un comunicado.

El Gobierno estadounidense del presidente Joe Biden dijo que estaba “muy preocupado” por las acciones militares de Azerbaiyán y que el uso de la fuerza era “inaceptable”.

En Ginebra, ante el Consejo de Derechos Humanos de la ONU, Armenia calificó hoy de “crimen contra la humanidad” la operación militar de Azerbaiyán.

“Armenia no ha dejado de informar a este consejo de la inminencia de una limpieza étnica, que ya está en curso (…) No es una simple situación de conflicto, sino un crimen contra la humanidad”, declaró el embajador armenio, Andranik Hovhannisyan.

El conflicto ha arrastrado desde siempre a las potencias regionales, sobre todo a Rusia y Turquía. Mientras que Rusia ha asumido un rol de mediador, Turquía apoya decididamente a su aliado Azerbaiyán.

Casi todos los armenios son cristianos, como los rusos, mientras que la inmensa mayoría de los azerbaiyanos son musulmanes, como los turcos.

Fuente: La Prensa