El Senado estadounidense podría aprobar la venta a la argentina de aviones F-16

Los miembros del Ministerio de Defensa nacional y la Fuerza Aérea Argentina están pendientes de la decisión del Senado estadounidense que analizará los dos pedidos de la administración demócrata de Joe Biden, una tendiente a obtener la aprobación de la venta de aviones F-16 usados de la Fuerza Aérea de Dinamarca a la República Argentina y la otra para avalar la compra de un total de cuatro unidades P-3 Orión, procedentes de Noruega.

La luz verde estadounidense se encendería durante septiembre, a pesar de las objeciones que suele presentar la diplomacia del Reino Unido por el embargo sobre armamento que decretó contra la República Argentina. Una restricción unilateral que impide vender al país material bélico que contenga piezas de origen británicas.

Sin embargo, los Estados Unidos plantean reemplazar algunas de esas piezas y buscar modelos que no las contengan en una clara muestra del interés geopolítico por la región austral del continente americano.

Además de ser una táctica para contrarrestar la creciente influencia de China, quien podría haber sido un potencial proveedor de aviones cazas para la Argentina.

Desde la Segunda Guerra Mundial, los cazas son la principal arma con el que las fuerzas armadas consiguen la superioridad  aérea sobre sus oponentes en batalla.

Estos pequeños aviones militares son veloces, maniobrables y fundamentales para mantener la superioridad aérea en cualquier conflicto desatado alrededor del mundo.

A pesar de ser fundamentales para la defensa del cielo nacional, desde 2015 la Fuerza Aérea Argentina carece de estas aeronaves porque en diciembre de ese año volaron por última vez los legendarios Mirage con los que los pilotos operaron desde 1972.

Fueron 43 años de servicio de los Mirage IIIEA, AIA, Mirage Iiib y Dagger, algunos de los modelos, que en la actualidad no tienen reemplazos a pesar de las ofertas que los funcionarios de Defensa tienen sobre sus escritorios.

En ese sentido, hay varias opciones, muchas de ellas atractivas por el financiamiento y porque logran evadir el embargo militar impuesto de manera unilateral por el Reino Unido que obliga a los países miembros de la OTAN a no vender armamento o componentes de los aviones militares que tengan piezas inglesas.

Esa prohibición llevó a los militares y funcionarios nacionales a evaluar otras alternativas además de los F-16 de la Lockheed Martin.

Una de esas alternativas es el Chengdu FC-1/JF-17 de China  y el modelo indio, HAL Texas, desarrollado y construido por los ingenieros aeronáuticos de la compañía de Bangalore Hindustan Aeronautics Limited (HAL) de capitales estatales, para la adquisición de 15 aeronaves con amplia financiación para concretar la operación.

En el caso de los aviones chinos del gobierno de Xi Xinping, los JF-17 Thunder, conocidos en Beijing como el Chengdu FC-1 Xiaolong, un avión de combate multirrol desarrollado junto a la industria aeronáutica de Pakistán, se trata de una operación de venta de12 cazas cuyo costo asciende hasta los 50 millones de dólares por unidad.

A pesar de no conocerse los detalles completos de la oferta de China y de la India y de haber realizado varios encuentros en Buenos Aires y, también, en Nueva Delhi y Beijing, el ministro de Defensa, Jorge Taiana, y el Brigadier General, Xavier Isaac, aguardan por la decisión del Senado estadounidense que debería expedirse favorablemente  durante septiembre para autorizar al gobierno demócrata de Joe Biden a dar luz verde a la adquisición de la Argentina de los aviones de segunda mano que actualmente se encuentran en servicio de la fuerza aérea dinamarquesa.

Con la intención de modernizar su flota, la Argentina podría recibir 38 cazas F-16MLU Fighting Falcon de la Real Fuerza Aérea Danesa, 30 F-16MLU monoplaza, 8 aviones biplaza y ex Lockheed P-3N Orion noruegos, que servirán para patrullar el litoral marítimo nacional. El valor estimado del contrato, que abarca aviones, armamento y piezas de repuesto, ronda los 330 millones de dólares.

Fuente: La Prensa