Solano y Ripoll presentaron su plan de gobierno

Los precandidatos a presidente y vicepresidenta del Frente de Izquierda y de los Trabajadores-Unidad (FIT-U), Gabriel Solano y Vilma Ripoll, presentaron hoy su programa de gobierno en el Teatro Picadero de la ciudad de Buenos Aires donde, entre otros puntos, reafirmaron la necesidad de “romper con el FMI” y producir un “aumento general de salarios y jubilaciones”.

“Para terminar con el proceso inflacionario hay que terminar con el vaciamiento financiero de la Argentina. La única manera de ponerle fin a esta sangría es romper con el FMI, repudiar la deuda externa y nacionalizar la banca y el comercio exterior”, afirmó Solano durante la presentación del programa de gobierno.

En esta dirección, el precandidato presidencial señaló que “poniendo fin a la fuga sistemática de capitales” se podrá contar “con una moneda fuerte” como “la base para poder proceder a una planificación económica”.

También enfatizó que “tras siete años consecutivos de pérdida de los salarios frente a la inflación”, la propuesta del programa del FIT-U es un “aumento general de salarios y jubilaciones para recomponer el poder adquisitivo de las familias trabajadoras”.

“Estableceremos un salario mínimo, indexado por inflación, equivalente a la canasta familiar (hoy en los 350 mil pesos) y el 82% móvil para los jubilados. Este punto del programa es absolutamente aplicable sin emitir ni un solo peso: reduciendo la tasa de ganancia empresarial”, detalló.

Además, en el programa se plantea la “formalización de todas las relaciones laborales” y ponerle fin a la desocupación “procediendo al reparto general de las horas de trabajo entre ocupados y desocupados”.

Solano anticipó que en caso de ganar las elecciones va a “terminar con los privilegios del funcionariado político” y que se “elegirán por voto popular los jueces y fiscales y se constituirá una Comisión Investigadora Independiente para abordar todas las denuncias de corrupción”.

Durante la apertura del acto, su compañera de fórmula hizo un repaso sobre los distintos precandidatos de las diferentes fuerzas políticas y coincidió con Solano en que “además de luchar” representan “la única fuerza que tiene un programa para sacar adelante a la Argentina”.

Solano y Ripoll, representantes del Partido Obrero y el Movimiento Socialista de los Trabajadores (MST), integran la lista “Unidad de luchadores y la izquierda” y competirán el 13 de agosto en las PASO contra la fórmula Myriam Bregman-Nicolás del Caño, del Partido de los Trabajadores Socialistas (PTS) y la Izquierda Socialista (IS).

“Pocas veces vimos semejante nivel de deterioro político, de desconfianza y de bronca hacia todos los que ya nos gobernaron y fracasaron”, reflexionó la dirigente nacional del MST y advirtió que “los cambios de fondo que se necesitan para dar vuelta todo no pueden ser recetas que ya fracasaron”.

En materia de salud, uno de los ejes programáticos centrales desarrollados por Ripoll, tiene que ver con la “reorganización de todo el sistema de salud” que incluye “aumento salarial, mayor inversión en equipamiento e infraestructura y la expropiación de los laboratorios privados para hacer una producción pública estatal y gratuita de medicamentos”.

Ripoll también destacó las propuestas en materia de género como el reconocimiento económico de las tareas de cuidado y la igualdad salarial entre hombres y mujeres; y en lo relativo a políticas de derechos humanos remarcó por un lado “el castigo a los genocidas y la apertura de archivos” vinculados a los crímenes del terrorismo de estado y por otro la necesidad de “poner un freno a la criminalización de la protesta” y llevar a cabo un “desmantelamiento del aparato represivo”.

En el acto estuvieron los precandidatos a jefa de Gobierno de la Ciudad, Vanina Biasi; a diputado nacional, Néstor Pitrola; a senadora, Romina Del Plá, y a legisladora porteña, Celeste Fierro, así como otros referentes del espacio, docentes, trabajadores municipales y de la salud, representantes del movimiento piquetero y de organizaciones barriales, entre otros.

Fuente: La Prensa