El campo anunció que marchará a la Ciudad para reclamar más medidas por la sequía
La Federación Agraria Argentina (FAA) anticipó que realizará una movilización en la Ciudad de Buenos Aires para plantear sus “urgencias, necesidades y exigencias” en medio de la complicada situación del campo por la sequía.
La entidad presidida por Carlos Achetoni planea una marcha que saldría desde Rosario, con fecha a definir la semana próxima. Ante la histórica sequía y “la ausencia de políticas agropecuarias firmes y concretas”, la Federación Agraria decidió llevar sus reclamos a la Casa Rosada, el Ministerio de Economía y el Congreso.
La intención de la FAA es sumar a sus pares de la Mesa de Enlace para darle más fuerza al reclamo: habrá que ver que deciden las cúpulas de Confederaciones Rurales Argentinas (CRA), la Sociedad Rural Argentina (SRA) y Coninagro.
Tras la reunión de ayer del Consejo Directivo Central de la FAA, se decidió una visita a los tres puntos neurálgicos del poder para obtener mayor visibilidad en sus reclamos tras “sentirse sin ayuda y desolados frente a la sequía”.
“En el marco de una emergencia climática histórica y agobiante, que se profundiza cada día y ante la constante ausencia de ayuda real del Estado Nacional para salvar productores en jaque, se decidió llevar en corto tiempo las urgencias, necesidades y exigencias al Congreso de la Nación, al Ministerio de Economía y a la Casa de Gobierno”, indica el comunicado.
A su vez, hacen extensiva la invitación a acompañar la medida a los pequeños y medianos productores del país. “Una vez que se establezca la fecha de la acción, en los próximos días, pretendemos llegar a los representantes desde distintas producciones y regiones del país, para que todos los productores puedan acompañarnos a los distintos estamentos políticos y gubernamentales”, cierra el texto difundido.
En declaraciones radiales, el vicepresidente de la Federación Agraria, Marcelo Bianchi, señaló que la medida fue resuelta debido a que “la situación no da para más y el productor no puede seguir de esta forma sin tener ninguna ayuda concreta del Gobierno Nacional, ni ningún respiro de la AFIP y son cosas fundamentales que se están pidiendo hace demasiado tiempo”.
Entre otras cuestiones, el dirigente agrario remarcó que se invita a otros sectores productivos vinculados con el campo para que se sumen, “como acompañó en Villa Constitución”, y a los demás participantes de la Mesa de enlace.
“No pretendemos que sea una movilización amplia, pero queremos que la gente visibilice este problema y en Capital es donde podemos hacerlo”, agregó.
UNA CRISIS QUE SE AGRAVA
El campo atraviesa una de las sequías más importante de los últimos 25 años y todas las previsiones indican que seguirá agravándose. La Bolsa de Cereales de Buenos Aires difundió esta última semana las nuevas estimaciones de producción de soja y maíz para el ciclo 2022/2023. Según las proyecciones se prevé que la cosecha de soja sea de 25 millones de toneladas, una caída del 42% respecto al ciclo anterior y la cifra más baja desde la campaña 2000/2001.
En la misma línea, la Bolsa de Comercio de Rosario también había bajado considerablemente sus estimaciones en soja a 27 millones de toneladas.
La Bolsa rosarina calculó que sólo en los cultivos de soja, trigo y maíz, que constituyen el 87% de la producción de granos en Argentina y el 43% de las exportaciones totales del país, las pérdidas superan los US$ 14.140 millones.
Según lo informado por la entidad, esto equivale al costo total de sembrar la próxima cosecha 2023/24 para el productor agropecuario. Pero la menor producción, afecta también a otras actividades asociadas. Si se le suma la menor demanda de fletes, mano de obra y servicios financieros, las pérdidas totales para la actividad económica nacional llegan a US$ 19.000 millones.
Al parecer, las medidas que tomó el Gobierno en febrero tras las reuniones con la Mesa de Enlace, no resultan suficientes o no estarían llegando con la velocidad y profundidad necesaria a los productores. A principio de febrero el Ministerio de Economía había dado respuesta a determinadas solicitudes y habilitó fondos rotatorios para llegar a pequeños productores mediante convenios con las provincias, municipios y cooperativas; suspendió anticipo de impuesto a las ganancias; suspendió ejecuciones fiscales y embargos de cuentas; refinanció pasivos bajo las mismas condiciones que fueron otorgados los créditos; y extendió nuevas líneas crediticias con tasas subsidiadas.
FUENTE : LA PRENSA