Fuks acusó a Holguín de haber construido una “cantidad de mentiras” para “demonizar a la Argentina”
El saliente embajador argentino en Ecuador, Gabriel Fuks, acusó hoy al canciller de ese país, Juan Carlos Holguín, de haber construido una “cantidad de mentiras” para “demonizarlo” a él y a la Argentina en el caso de la salida la exministra ecuatoriana María de los Ángeles Duarte Pesantes de la sede de la embajada argentina en Quito, y afirmó que el funcionario de la gestión de Guillermo Lasso “no presentó ni una sola prueba” que demostrara una supuesta connivencia del Gobierno nacional que justificara su expulsión de la nación andina.
En diálogo telefónico con la agencia Télam desde Bogotá, adonde llegó hoy tras su salida de Quito, Fuks detalló cuál fue su actuación al enterarse del abandono por parte de la exministra de Rafael Correa de la residencia de la delegación argentina en Ecuador, y juzgó “irresponsable” la decisión del Gobierno de Lasso de expulsarlo de ese país.
“Fue un decisión irresponsable subida sobre una cantidad de mentiras construidas por la cancillería ecuatoriana al mando del canciller Holguín. Todas sin ninguna prueba”, dijo el ahora exembajador que el domingo llegará a Buenos Aires, y aseguró que para el Gobierno argentino Duarte Pesantes “no huyó de la residencia, porque ella no estaba presa en la residencia, tenía todo su derecho a irse”.
“Su problema (por Duarte Pesantes) es con la justicia ecuatoriana y quien tenía que capturarla o que tenía que hacerla someter al designio de la justicia es el Estado ecuatoriano”, completó.
Fuks recordó que “en diciembre del año pasado el presidente (Alberto ) Fernández le otorgó el asilo político a Duarte (Pesantes) pero Ecuador lo rechazó, como también rechazó otorgarle el salvoconducto correspondiente”.
Asimismo, sostuvo que desde el mismo lunes 13 de febrero en el que el canciller Santiago Cafiero informó a su par ecuatoriano la ausencia de Duarte Pesantes de la sede diplomática “el canciller Holguín ha construido una sarta de mentiras”.
Fuks contó además que en la noche de ese mismo lunes lo “citaron el jefe de la Policía Nacional de Ecuador, el canciller, el vicecanciller, el secretario de la Presidencia y tres tipos más para insultarme y gritarme sin ningún tipo de pruebas y cuando todavía no sabíamos, ni ellos ni yo, que Duarte estaba en Caracas”.
“Ellos ya estaban suponiendo que estaba en la Argentina. Hasta el punto en que llegaron a ironizar sobre que ya iba a mandar un saludo desde Buenos Aires cuando eso no era cierto, involucrando a la Argentina, como que la había sacado de Quito”, graficó.
Fuks rechazó además recientes declaraciones del canciller ecuatoriano en las que habló de una cierta “complicidad” argentina en la llegada de Duarte Pesantes hacia Venezuela.
“Holguín es un mentiroso porque el Gobierno argentino viene negociando este tema desde hace mucho tiempo. Yo llegué a la embajada con un problema preexistente, yo no lo generé. Es más, es un problema que viene ocurriendo desde el gobierno de Lenin Moreno y en el que nuestros Gobiernos vienen conversando desde que asumió el presidente Lasso”, puntualizó.
Y agregó: “Nuestras cancillerías venían trabajando, obviamente sin ponerse de acuerdo, sobre distintas alternativas para solucionar este tema”.
Planteó además que la “tensión” diplomática entre ambos países se profundizó en diciembre de 2022, luego de que Ecuador se negara a otorgar el salvo conducto para la exministra ecuatoriana pudiera asilarse en la Argentina.
Fuks criticó con duros términos la intervención de Holguín en el caso al señalar que Ecuador “tiene un problema, y es que necesita músculo donde no lo tiene”.
En el mismo sentido, mencionó que el canciller ecuatoriano “está por ser llevado a juicio político en su país por abandonar a los migrantes ecuatorianos”.
El saliente embajador en Quito objetó el modo en que el canciller de Lasso manejó la controversia con la Argentina por el caso de la exfuncionaria de Correa, y recordó que “la diplomacia subsiste incluso en situaciones de enfrentamiento bélico” mientras que “Holguín decide escalar en 24 horas un conflicto sin ninguna prueba”.
Por otro lado, Fuks negó que las autoridades argentinas hayan pedido remover la custodia de la Policía Nacional de Ecuador de las puertas de la embajada el viernes 10, cuando tuvo lugar la despedida del agregado militar argentino, el coronel Héctor Ochoa, ocasión que fue mencionada por Holguín como el momento en que se concretó una presunta maniobra para favorecer la salida de Duarte Pasantes.
“Están inventando que yo liberé la calle, algo imposible porque aún hoy hay un patrullero de la sección Protección de Embajadas de la Policía Nacional de Ecuador en la puerta de la residencia”, detalló y afirmó que lo que él solicitó mucho antes de ese viernes 10 fue que movieran a “10 metros” de las puestas de la sede diplomática.
“Ellos están queriendo vincular el hecho de que yo fui a preguntarles por qué me habían puesto un patrullero en la puerta de la residencia para decir que yo liberé la zona. Pero el patrullero nunca se fue: la prueba está en que hoy está en la puerta de la residencia y tengo un documento de la Policía Nacional del día 14 que así lo acredita”, replicó.
Y precisó que durante la despedida del coronel Ochoa solo estuvo en compañía de sus “colaboradores exclusivamente y del personal de la embajada”.
En la reunión “no había ni venezolanos ni cubanos. No sé de donde sacaron eso algunas mentes febriles de medios argentinos que Holguín reproduce”, ironizó.
Fuks también rechazó que le haya negado los videos de las cámaras de seguridad de la embajada a las autoridades ecuatorianas.
“El articulo 24 de la Convención de Viena dice que todo lo que son archivos en las dependencias diplomáticas son inviolables; no obstante lo cual, yo le dije a Holguín en la primera y en la segunda reunión que tuve con él que iba a pedir autorización para hacerlo. Cosa que hice, pero no me dieron tiempo a responder porque antes de que yo pudiera hacerlo me dieron la nota de expulsión”, relató.
“Han construido una mentira para demonizarme a mí y a la República Argentina para tapar la ineficiencia de un Gobierno (por el de Lasso), que atraviesa sus problemas, y de un canciller (por Holguín) que cree que lo que tiene que hacer para tener músculo es pelearse con la Argentina”, respondió.
También negó que haya habido demora de su parte en informar al canciller Santiago Cafiero sobre la salida de Duarte Pasantes de la embajada.
“Yo no soy carcelero. Ella estaba refugiada en una residencia que tiene 2.400 metros cuadrados y tres hectáreas de parque. Era el fin de semana y yo (esos días) estoy solo en la embajada, ni siquiera el personal está. Y el fin de semana yo hago las cosas que hace una persona el fin de semana: veo a River, salgo a caminar, nado, leo un libro. Entonces, no estoy vigilando si ella está. El domingo me pareció llamativo que no estuvieran las luces prendidas del departamento que habitaba a 30 metros de donde estoy yo, y el sábado a primera hora fui a corroborar y, efectivamente, le informé al canciller Cafiero que ella ya no estaba allí, y él (se lo retransmitió) a Holguín”, reconstruyó.
“Esa es la secuencia, por lo tanto nadie demoró nada. El problema es la ineptitud de tener a la policía afuera de la embajada y que ella haya salido, atravesado Quito y haya salido de Ecuador. Esa responsabilidad no le pertenece al estado argentino. Le cabe al estado ecuatoriano”, reafirmó.
El exembajador insistió en que “no hay una sola prueba” que acredite una supuesta complicidad de la Argentina en la salida de la exfuncionaria de Correa y se preguntó: “¿Cuál es la acusación contra la República Argentina para echar a su embajador? Ninguna. Es un invento para tratar de mostrar que la incapacidad, en realidad, no es de ellos sino de terceros”.
“Para nosotros está muy claro que nuestra capacidad termina acá y que ellos deberán explicar por qué han dejado abandonado a los 15.000 jóvenes ecuatorianos que estudian en la Argentina. Al igual que la duplicación del comercio que logramos en este tiempo solo por algo que, indudablemente, es complicado, yo no le estoy negando complejidad a esta situación, pero cuya primer reacción, a las 24 horas, fue expulsar al embajador por supuestas inconsistencias que no han demostrado”, concluyó.
Fuente: La Prensa